Existen profesiones sencillas de reconocer y fáciles de describir. Si escribo médico, es probable que la imagen de la bata blanca, el estetoscopio y la tensión de sus noticias surja de repente. O profesor: un hombre con ropa formal y que parlotea sin cesar frente a nosotros. Pero ¿si nombro las palabras mediadora de lectura? ¿Qué imagen nos vendrá a la mente? Quizá nos enfoquemos en mediador, un término que nos remite al Derecho y que relacionamos con la resolución de conflictos, con la paz y con los acuerdos. Pero mediador también es una palabra fundamental en la Pedagogía y en el vygotskiano ZDP (Zona de Desarrollo Próximo): el niño necesita de la interacción social y la interacción de otro más experto (no necesariamente un adulto) para alcanzar el aprendizaje. Este concepto de mediación fue llevado más allá por Jerome Bruner, con su teoría de andamiaje: una vez formadas las bases, el niño genera su propio aprendizaje de manera independiente. Entonces, si la mediación tiene que ver con la pedagogía, cuáles son las características de un mediador de lectura. Otra vez intentemos ponerle una imagen a esta profesión: ¿El mediador de lectura es una persona que lee libros en voz alta? ¿Es una maestra o un maestro que enseña a leer? ¿Es una bibliotecaria que quiere que lean los libros que presta? ¿O una psicóloga que intenta que los niños tengan una mejor comprensión de los libros? Ninguna de estas imágenes representa con precisión a un mediador de lectura. El investigador, poeta y escritor Felipe Munita nos avisa: No podemos seguir hablando del mediador de lectura como una figura unitaria. Porque a pesar de necesitar varios de los conocimientos de estas profesiones (de maestra, de bibliotecaria, de psicóloga, además de editora y, por ende, de artista), su función no es pedagógica ni artística. No se circunscribe al ámbito escolar.

La teoría nos ofrece varias definiciones:

El mediador es el puente o enlace entre los libros y esos primeros lectores que propicia y facilita el diálogo entre ambos.

(Cerrillo, Larrañaga, Cubero, 2002).

Y este diagrama de la especialista Rosa Tabernero habla de varios niveles de mediación de lectura: desde los editores, los profesores, los bibliotecarios, las libreras (aquí escribí sobre libreras peruanas), hasta los mediadores como profesionales, que finalmente se ubican también como destinatarios de los libros, en una primera recepción.

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Pero si necesitamos mediadores, animadores, promotores de lectura, es porque existe una preocupación manifiesta por los lectores. Muchos países han implementado sus políticas públicas culturales por el deseo de ampliar la cultura y construir una sociedad letrada.

En el Perú, recién en 2018 se diseñó y publicó la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, en la que la figura del mediador de lectura encontró un lugar relevante, sobre todo en lo relacionado con su formación. En agosto del 2020, y después de 17 años, Perú volvió a contar con una normativa que reconoce y fomenta el derecho a la lectura y promueve el libro. En su artículo 6, menciona a los mediadores de lectura para procurarles incentivos que contribuyan a su formación relacionada, sobre todo, con la primera infancia y las poblaciones vulnerables. Por ello, encontramos el programa Cátedra de Lectura, Escritura y Biblioteca, un espacio de formación para los mediadores de lectura, impulsado por la Biblioteca Nacional del Perú y la Casa de la Literatura, con el apoyo internacional de CERLAC. Es a través de PerúLee desde donde podemos conocer sus acciones.

Mediadoras de lectura, generadoras de encuentros

Sabemos, de esta manera, que la lectura es un valor que implica políticas culturales que posibiliten su adecuada existencia.Como señala el escritor e investigador de la lectura Roger Chartier, la lectura es siempre una práctica encarnada en ciertos gestos, espacios, hábitos. En estos espacios habitan las mediadoras de lectura, en todos sus niveles, posibilitando el llamado encuentro, que se puede generar en el espacio familiar o en el espacio educativo, pero que la mayoría de las veces surge fuera de estos entornos.

Por ello, la mediación de la lectura es una labor delicada y casi artesanal, construida con sutileza. Cada libro elegido, cada lectura, es decisiva para lograr este encuentro. Las mediadoras saben que la lectura es íntima y que muchas veces la libre elección del libro por parte del niño es un punto de inflexión en el trabajo de la mediación. Los derechos del lector, según Daniel Pennac, recogen el derecho a leer cualquier cosa. O Elegir es ya estar leyendo, sostiene la especialista e investigadora Cecilia Bajour.Para tan ardua tarea, nunca deben faltar las formaciones ni las estrategias. Las mediadoras son contagiadoras de entusiasmo, de fascinación, de hábito lector, y ponen especial cuidado en sus interpretaciones literarias y también en sus comentarios. Cecilia Bajour, por ejemplo, nos habla de la pertinencia de los comentarios, o mejor dicho, de la importancia del silencio en las conversaciones generadas en la mediación de la lectura, nos nombra la silenciografía: Estar a la escucha de las resonancias de lo que se dice y lo que calla es una disposición no tan frecuente en un habitus de la percepción y de otras modalidades del conocimiento en las que predomina lo visual y no tanto lo auditivo. El callar tiene infinitud de posibilidades…

Mediadores de lectura en el Perú Seguir el trabajo de todos los mediadores de lectura de nuestro país es difícil. Mencionaré algunos nombres, fruto de mis investigaciones y de mi relación con este medio, para que puedan seguir sus trabajos. Teniendo en cuenta, por supuesto, que es este es un término muy reciente en nuestro país y que es posible que haya mediadores con muchísima más experiencia en la mediación que los que estoy nombrando.Josefina Jiménez (mediadora y creadora del proyecto Pequeños Lectores), Irina Burgos (mediadora de la Biblioteca Pública de Lima), Katia Huertas, Selene Tinco (mediadora de la Sala Vallecito), Lee López (mediadora y especialista pedagógica), Sandi Muchari (mediadora de la Casa de la Literatura y Red Peruana de Mediadores y Mediadoras de Lectura), Isbel García (mediadora del proyecto Valle Colorete), Pilar Acuña (mediadora en Café Editorial, [Fitekantropus](https://www.facebook.com/search/top?q=biblioteca fitekantropus&locale=es_ES) y Red Peruana de Mediadores y Mediadoras de Lectura), Stephany Berrú (mediadora en Café Editorial y Red Peruana de Mediadores y Mediadoras de Lectura), Leslie Espinosa, Catherine Rodríguez (mediadora en [Fitekantropus](https://www.facebook.com/search/top?q=biblioteca fitekantropus&locale=es_ES)), Jerson Cervantes (mediador en Café Editorial), Juan José Magán, Carla Galdós, Raúl Romero, , Delma Flores, André Carrión, Malena Ruesta, Ana Lucía Urbina, Alejandra García, Mercedes Huere, Teresa Ojeda, Sofía Frisancho, Rina Fernández, Manuel Belaunde, Ana Mendoza (Red Peruana de Mediadores y Mediadoras de Lectura), Celeste Gómez (mediadora y creadora del proyecto Bonhomía en la Lectura), Medaly Mejía y Gabriela Tenicela (A soñar aprendí leyendo), Johana Abarca (mediadora y librera en Búho Azul), Rosario, Sandra Linares (mediadora y creadora del proyecto Librera de Maletera), César Pineda (mediador de lectura y promotor de cultura en Ate), Helena Montalvo (mediadora y librera en CyE), Paula Zavaleta (mediadora y librera en Polka), Yesenia Montes (mediadora y creadora del proyecto Kusi Yachay), Melissa Monzón y Jenny Castillo (mediadoras en Asociación Chisco y Red Peruana de Mediadores y Mediadoras de Lectura), Victoria Esquivel (mediadora y creadora del proyecto Pirwalla), Milagros Vara (mediadora y librera en El Dinosaurio Azul), Flora Allemant (mediadora de lectura en Cátedra de Lectura), Sara Ulloa, Magaly Sabino (mediadora de lectura en el proyecto Dispurse), Sandra Suazo (mediadora y creadora del proyecto La Casa del Morro), Karen Chávez (mediadora en el proyecto Antonio Gálvez Ronceros), Minerva Mora (Biblioteca El Manzano), Luis Eduardo Vivero (escritor y mediador de lectura), Daniel Arroyo (mediador y bibliotecario), Alan Concepción (mediador en [Fitekantropus](https://www.facebook.com/search/top?q=biblioteca fitekantropus&locale=es_ES)), Cita Santiago (proyecto Familias que Leen), Rosario Rivadeneyra (mediadora de lectura y creadora del blog Aca Viven los Monstruos), Cassandra Larico (mediadora de lectura en The Corner Club), Rosario Obregón (Mi Primer Libro).En un siguiente post, abordaremos los perfiles de algunas mediadoras de lectura. Estén atentos.

Fuentes:

BAJOUR, C. Literatura, imaginación y silencio. Desafíos actuales en mediación de lectura. Lima: BNP, 2020.

CHARTIER, R.

https://www.redalyc.org/pdf/384/38400705.pdf

MUNITA, F. El mediador escolar de lectura literaria. Un estudio del espacio de encuentro entre prácticas didácticas, sistemas de creencias y trayectorias personales de lectura. Barcelona: UAB.https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/313451/fm1de1.pdf?sequence=1

PENNAC, D. Derechos del lector. Francias: Gallimard Jeunesse, 2016.

POSLANIEC, C. Les animations lecture. Role et Efficacité.

https://www.enssib.fr/bibliotheque-numerique/documents/35811-les-animations-lecture.pdf